sábado, 30 de enero de 2010

Libro De Juan El Viagero De Los Mundos PGN. 195





Sekna dios mío no sé lo que intentáis pero no estoy de acu-
erdo. –Sekna me miro con un gesto de culpabilidad reflejado
en su rostro iba a decir algo, -la interrumpí porque estaba
seguro que intentaba decirme que no seguía adelante con
la intervención –cariño ella no tiene nada que ver –dije la de-
cisión ha sido solo mía. Todo irá bien no temas nada los ries-
gos son mínimos. -¿mínimos? –me dijo. Onni, no intentes
engañarme, tu vida corre un grave peligro, no pienso hacep-
tar. Al final no vas a cumplir tu promesa no vas cuidar y prote-
ger a nuestra hija, no se va a cumplir mi sueño por que vas
a morir tu también.
Sekna se disponía a abandonar la sala grite su nombre, ella
Se detuvo, sin mirar hacia atrás –dijo, no lo hare. Sekna tu no
puedes negarte! –por nada en el mundo hare nada en con-
tra de su voluntad –dijo reanudando el paso. Corrí tras ella
hasta darle alcance –un momento dije, espera, por favor no
te vayas. Le cogí por el brazo, regresamos junto a Pirkko.
escúchame un momento -le implore, si tu mueres existiendo
Do la posibilidad de que vivas nunca me lo perdonare, sere
Un hombre acabado, siempre mortificado por la culpa de no
Haberlo intentado, no podre hacerme cargo de nuestra hija,
Porque no seré capaz. Si lo intentamos y morimos los dos
Giovanna seguirá teniendo una familia además de los que es-
tamos aquí, no debes de olvidar a los de allí mis padres, tío
Jorge todos estarían deseando de criarla y protegerla.
Me sorprendió Sekna pasando la mano por la frente sudoro-
sa de ella, -diciendo piénsalo –mi opinión es que deberíamos
intentarlo, creo que el tiene razón.
Pirkko lloraba desconsoladamente. Me senté en el filo de la
la Cama tome sus manos entro las mías. De nuevo me.

jueves, 28 de enero de 2010

Si mi corazón no fuera de piedra. En serio te diria estas cosas.


"Aunque tú no me veas, yo no te sacaré los ojos de encima. Aunque tú no me oigas, yo estaré atento a escucharte, y a ayudarte en lo que necesites. Te pensaré a cada momento, deseando que tú me pienses, y te extrañaré cuando no te tenga, deseando que tú me extrañes también. Te soñaré, y en mis sueños, tú serás quien me salve. Te escribiré, esperando que las letras te den forma, y te aparezcas por acá, a decirme que me quieres. Te lloraré cuando no estés, y en cada lágrima que de mis ojos caiga, tu cara se verá reflejada. Te amaré como siempre lo he hecho, con la certeza de que tu me amas también y que lo harás, hasta que se extinga el tiempo. Y te recordaré, guardando cada momento juntos dentro de mí, para hablar contigo sobre ellos una vez seamos viejos.


"Porque tú sabes que cuando quieras que esté, voy a estar. Que cuando quieras llorar, mi hombro será el primero, que cuando quieras reír, mi sonrisa será la primera que verás. Cuando quieras correr, iré tras tuyo, cuando quieras nadar, recorreré los mil mares para encontrarte. Sabes que si te vas, me iré contigo, y que si vuelves, llegaré primero para recibirte como mereces. Que si quieres cantar, mi guitarra tocará para ti, si quieres bailar, te pondré sobre mis pies; si quieres gritar, mis oídos soportarán, si quieres golpear, te presto mi cuerpo para que hagas con el lo que quieras. Si quieres escribir, te presto mis manos, si quieres crecer, te presto mis años, si quieres jugar, guardaré los tuyos hasta que quieras volver a la realidad, si quieres morir... si quieres morir, te dejaré hacerlo, solo para revivirte como revivían a las princesas de aquellos cuentos de antaño.


"Y tal como en aquellos cuentos terminaremos nosotros, viviendo siempre felices, siempre juntos, porque a pesar del tiempo, siempre seremos uno; y la lluvia caerá sobre nosotros y nosotros reiremos, y las gotas se mezclaran con nuestras lágrimas de felicidad al ver nuestros rostros amaneciendo juntos cada mañana, y seremos felices, si... Por y para siempre."